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Situación
Los espacios naturales frecuentados por deportistas y aficionados a las actividades al aire libre requieren de una señalización de senderos apropiada para facilitar la orientación de los mismos. Usualmente, se utilizan marcas de colores, piedras y postes, incluso hay empresas que se dedican a este tipo de labores.
Señalización de senderos en España
En España las empresas de señalización de senderos se rigen por las normas acordadas en el “grupo latino” conformado por este mismo país, Portugal, Italia, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Holanda.
Dichas señalizaciones son reconocidas por los senderistas expertos en Europa y países del mediterráneo. Esencialmente, en España los senderos homologados se clasifican en tres tipos, a saber:
Como se puede apreciar, la clasificación depende de la longitud del sendero en cuestión.
El código de señalización en estos tres casos consiste en dos barras horizontales, la superior en color blanco y la inferior varía según la clasificación correspondiente.
También se puede utilizar una numeración que acompañe a las iniciales GR, PR y SL para identificar con mayor detalle algún sendero donde se encuentren ambos tipos de tramos, con la finalidad de que el senderista pueda elegir por cuál de ellos desea continuar su ruta.
Tipos de señales utilizadas para identificar senderos
Según las características del sendero, se utilizan diferentes señalizaciones gráficas para informar a los usuarios lo que encontrarán más adelante en su camino.
Dichas señalizaciones se muestran de forma oportuna en el trayecto para que el senderista pueda tomar una decisión acertada respecto al camino a seguir para continuar en la ruta correcta o regresar en caso de haberse desviado, de allí la importancia de conocerlas antes de realizar recorridos a pie en espacios naturales.
Este tipo de señal está conformada por dos rectángulos paralelos, donde el superior siempre es blanco y el inferior puede ser rojo, amarillo o verde según las características del terreno, tal y como se indicó anteriormente.
Las señalizaciones de continuidad le indican al senderista que está caminando en la dirección correcta.
La señalización en este caso corresponde a dos trazos paralelos que indican un cambio de dirección mediante una barra que inicia verticalmente y luego se dobla hacia la derecha o la izquierda.
En este tipo de señal el trazo envolvente siempre es de color blanco (el exterior) mientras que el envuelto se utiliza para identificar el tipo de sendero en rojo, amarillo o verde (el interior).
Al apreciar señales como estas el senderista es capaz de interpretar que debe continuar la ruta en el sentido que indica el gráfico, bien sea a la derecha o a la izquierda.
Se trata de una señalización compuesta por dos rectángulos paralelos que indican continuidad más un trazo en forma de L invertida que orienta al usuario sobre la dirección que debe tomar para seguir la ruta.
A través de este gráfico se señala la existencia de un cambio brusco en la dirección de la ruta hacia el lado que indica la figura e igualmente se utilizan los colores rojo, amarillo o verde para dar más información acerca del tipo de sendero.
Están compuestas por dos rectángulos o barras superpuestas en forma de cruz. Aquella que va desde el extremo inferior izquierdo hasta el superior derecho es blanca, mientras que la otra puede ser roja, amarilla o verde según el tipo de sendero.
Esta es una señal clara que anuncia al senderista que se ha equivocado de camino. Usualmente se pintan en troncos de árboles, postes o estacas de madera y pueden repetirse cada 50 metros aproximadamente cuando el sendero es complicado o a mayor distancia si se trata de recorridos de menor dificultad.
Las rutas de senderismo oficiales en España les competen a tres organismos:
Los senderos no oficiales son identificados como “senderos naturales”, “rutas naturales” o “caminos verdes”.
La salvedad que hace FEDME en estos casos es que su identificación no puede confundirse con la señalización aprobada y ante la existencia de más de una indicación, la oficial debe destacar visualmente.
En este mismo orden de ideas es oportuno mencionar a las variantes, desviaciones y enlaces que existen en los terrenos.
Finalmente, cabe señalar que las pistas europeas identificadas mediante la sigla “E” también son consideradas como parte de los senderos homologados. Las mismas corresponden a carreteras que cruzan al menos tres países diferentes.